El conocimiento es información en acción. Existe en las mentes de las personas y en documentos y otras formas. La gestión del conocimiento son los procesos y sistemas sistemáticos que ayudan al flujo del conocimiento.
Hay dos tipos de conocimiento: explícito y tácito. El conocimiento explícito está codificado y se puede compartir fácilmente. El conocimiento tácito es personal y difícil de comunicar.
La gestión del conocimiento ayuda a las organizaciones a gestionar tanto el conocimiento explícito como el tácito. Puede ayudar a las organizaciones a mejorar el rendimiento, la innovación y la ventaja competitiva.
Existen muchos enfoques diferentes para la gestión del conocimiento. El enfoque adecuado para una organización depende de sus necesidades y objetivos específicos.
Lo más importante de la gestión del conocimiento es tener una estrategia y poner en marcha los procesos y sistemas adecuados para apoyar esa estrategia.
Las organizaciones necesitan asociarse con el negocio para que la gestión del conocimiento tenga éxito.
Las personas, los procesos, el contenido y la tecnología son todos facilitadores de la gestión del conocimiento.
Lo más importante es centrarse en los problemas empresariales y comprender qué ayuda necesitan las personas.
La gestión del conocimiento no se trata de cambiar el comportamiento de las personas. Se trata de permitir que las personas hagan mejor su trabajo.
Lo más difícil es hacer que la gente aparezca. Tienes que entender lo que realmente les va a ayudar a hacer su trabajo.
Las personas acumulan su tiempo y energía, no su conocimiento.
La gestión del conocimiento se trata de obtener la información correcta a las personas adecuadas en el momento adecuado.
Para demostrar que la gestión del conocimiento está añadiendo valor, hay que medirla.